miércoles, 4 de septiembre de 2013

¡Él!

Él hace que todo sea diferente, en ella simplemente se desvanecen esos deseos de soledad y fortaleza frente a la posibilidad de amar, sabe que todo es un riesgo, pero sabe también que por él vale la pena arriesgarse y quizás perder, porque él removió una parte de su ser que ella creía muerta, una parte que brillaba y que alguien más apagó. Sencillamente él llegó y con una palabra derribó esa barrera que ella tenía frente a la felicidad, él genera en ella los temores más grandes, temores que siempre son opacados por los sentimientos más bellos que en ella florecieron. Él es el culpable, el culpable de que ella quiera ser mejor, de esa sonrisa que su rostro muestra a la vida desde que él apareció, de sus deseos de luchar por la felicidad de alguien más y al mismo tiempo compartir las tristezas de él y adoptarlas como suyas, porque sabe que un Él no llegará dos veces a su vida, que lo que siente es algo nuevo pero hermoso, que probablemente nadie más logre transmitirle, él es el dueño de sus sentimientos y sus pensamientos, el primero al abrir sus ojos en la mañana y el último antes de cerrarlos en la noche. ¿Él será sólo un sueño acaso?

Escapar.

Ella sólo busca un escape, un escape a tantas noches en vela, a un dolor sin sentido, un dolor que quizás ella misma se provocó, pero su escape está tan lejano, casi tanto como la saciedad de su miedo, miedo a sentir, miedo a querer, a besar, a amar y a volver a caer, porque el amor no deja de ser un sentimiento que le genera debilidad y que siempre la empuja a un espacio lleno de tristeza y soledad, una soledad a la que intenta huir aferrándose a falsos sentimientos, sentimientos banales y efímeros que generan más vacíos en su ser. Y nunca deja de preguntarse...¿Qué tan próximo puede estar su escape? 

¿Por qué tú?

Eres el motivo de la sonrisa que se posa en mi rostro a diario, el motivo de tantas cosas que no puedo describir pero que son hermosas, eres la historia más linda que tengo que contar, esa persona que me complementa. No hay nada más gratificante y que me llene de felicidad y esperanza que encontrarme en tu mirada, porque ahora sería difícil seguir sin sentir a diario la manera en que me miras, porque en ti encontré una mirada con significados diferentes y profundos, porque no quiero que tus ojos dejen de mirarme, no quiero jamás dejar de encontrarme en ellos, porque a tu lado descubrí que una lágrima no sólo brota por tristeza y melancolía sino también por felicidad, porque en tu nombre encontré las lágrimas para llorar dándole gracias a Dios por ponerte en mi vida, porque sentir tus besos y tu piel junto a la mía es algo que logra mover cada poro de mi cuerpo y de mi alma. Si te tengo a ti no necesito respuestas en nadie más, si te pierdo, sólo te buscaría a ti porque en ti encuentro más de lo que pude buscar, más de lo que creí que existía y a lo cuál podía llegar. Nunca logro encontrar las palabras indicadas para explicarte lo que siento por ti, hay tantas cosas que se quedan por decir pero espero que mis acciones logren llenar sus vacíos. Te amo, amo que estés en mi vida, y que me quieras en la tuya, amo el hombre que eres y la mujer que soy a tu lado, amo toda tu escencia. Espero poder amarte todos los días de mi vida.