miércoles, 4 de septiembre de 2013

Escapar.

Ella sólo busca un escape, un escape a tantas noches en vela, a un dolor sin sentido, un dolor que quizás ella misma se provocó, pero su escape está tan lejano, casi tanto como la saciedad de su miedo, miedo a sentir, miedo a querer, a besar, a amar y a volver a caer, porque el amor no deja de ser un sentimiento que le genera debilidad y que siempre la empuja a un espacio lleno de tristeza y soledad, una soledad a la que intenta huir aferrándose a falsos sentimientos, sentimientos banales y efímeros que generan más vacíos en su ser. Y nunca deja de preguntarse...¿Qué tan próximo puede estar su escape? 

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